Masajes orientales ¿Todos iguales? ¡No!

Cuando hablamos de masajes orientales debemos tener en cuenta que la mayoría de ellos comparten un origen común, son las técnicas milenarias desarrolladas en Oriente con fines relajantes pero también terapéuticos. Los masajes orientales más antiguos datan del año 3.000 antes de Cristo. Por supuesto también se han desarrollado técnicas de masaje en occidente pero son diferentes a las orientales y desde luego no se basan en el “chi”, su filosofía y por supuesto su modo de influir en el organismo.

Cuando se produce un desequilibrio de energías es cuando comenzamos a notar que algo cambia en el organismo y por supuesto no va bien. Es en ese preciso momento cuando el masaje oriental entra en acción para restaurar el equilibrio energético sanando mente y cuerpo.

Hay muchos tipos de masajes orientales. En la casa del bienestar Fariolen empleamos el masaje shiatsu. Es similar a la acupuntura pero se prescinde de las agujas y se sustituyen por las yemas de los dedos y las palmas de las manos. El masaje reiki es similar pero con una diferencia esencial, en este último no hay contacto directo.

La reflexología es otra de las técnicas que más se utiliza y se basa en la presión de los puntos de los meridianos que se localizan en los pies.

Y por último el masaje ayurvédico. Se trata de favorecer el flujo sanguíneo y con ello mejorar la energía vital. Es un masaje que se suele aplicar con la ayuda de aceites y el sésamos es uno de los ingredientes más deseados en esta técnica. Es además excelente para conciliar el sueño.

Pues ya lo sabéis, no todos los masajes orientales son iguales aunque compartan un origen común. Y ahora tan solo debéis poneros en manos profesionales y os aconsejarán el mejor tratamiento según vuestras dolencias.