Las primeras pruebas de la existencia de los masajes datan del 2.300 a.C. y se ubican en Egipto; desde entonces, esta técnica ha evolucionado y viajado por todo el mundo hasta darse a conocer en todos los países y culturas.
Por eso, se puede decir que puedes recibir un masaje en cualquier sitio pero uno con la técnica Fariolen solo puedes encontrarlo (y disfrutarlo) en la calle Lagasca, 80.
Y es que la técnica empleada por nuestros masajistas es exclusiva de nuestro centro y fue creada por el primer quiromasajista que formó parte de esta aventura. Para su composición, tuvo muy en cuenta sus orígenes filipinos y el estilo oriental de los masajes dados en Manila; de ahí que todos nuestros masajistas provengan de Filipinas.
Nuestra técnica, consolidada como tratamiento energético, se basa en la digitopresión. Además, favorece el sueño y descarga tensiones por lo que está recomendado para estados de gran actividad tanto mental como física.
Contamos con una amplia variedad de masajes que van desde el oriental hasta el descontracturante pasando por el reafirmante o los de reflexología craneal y podal.