Los masajes abdominales no solo aplican para las mujeres embarazadas como algunos creen, sino que se extienden a niños, jóvenes y adultos de ambos sexos. Son ideales en problemas de estreñimiento y de estrés, emocionales o de índole física y mental, o simplemente para relajar el cuerpo.
Una cosa es ejercitar el cuerpo con máquinas como pesas, bicicletas y caminadoras, y otra muy distinta es enfocar unos minutos de estímulos en la parte abdominal. Una buena dosis de movimientos sobre el abdomen, aparte de mejorar tu apariencia física a simple vista, avanza significativamente con la nivelación de los puntos energéticos.
El Chi Nei Tsang es un tipo de masaje abdominal profundo que se ejerce sobre los órganos internos, pasando así por los músculos y tejidos que los envuelven, a través de una buena técnica de respiración, de shiatsu y de movimientos de energía interna, como solo esta técnica lo consigue, explica James Humecky, instructor de masaje tailandés y trabajador corporal de transformación.
El abdomen, segundo cerebro del cuerpo
Según el instructor Humecky, el abdomen –después del cerebro– debe ser la parte mejor estimulada del cuerpo, dado que alberga millones de neuronas como las que tenemos en la cabeza y nos guían intuitivamente.
“Una de las razones por las cuales el abdomen es llamado el segundo cerebro, es porque este es capaz de controlar y paralizar, en el peor de los casos, al resto de órganos internos que componen el cuerpo humano, gracias a sus sensores intuitivos que trabajan con las emociones”, dijo Humecky.
La energía es un elemento que entrelaza al cerebro con el abdomen de forma directa, al igual que lo hace con las chacras de la parte baja del abdomen (órganos sexuales), y el plexo solar que se ubica entre el ombligo y el corazón, los que se rigen por las emociones que primero entran al abdomen.
Los masajes abdominales
No es cosa de otro mundo hacernos de un buen masaje abdominal para liberar los órganos vitales y que trabajen en función de tener mejores reflejos de defensa para limpiar cualquier problema psicológico, digestivo, estreñimiento, articulaciones, espalda, respiración, etc.
Lo primero a considerar es la técnica profunda de respiración guiada de abajo hacia arriba, o bien de la pelvis a la clavícula. Esta se puede hacer con la presión de los dedos sobre el abdomen o aislados del mismo.
Un buen estímulo abdominal puede darse con la presión de la yema de los dedos, codos y hasta pies –si es posible–, siempre y cuando hayan sido previamente estudiadas y guiadas por un experto.
Los mejores estímulos se sienten cuando se empieza alrededor de los cuatro puntos del abdomen: de la esquina de abajo a la izquierda, de abajo a la derecha, de forma circular al compás de las agujas del reloj.
Las compresiones pueden ser suaves o ligeras, aunque lo más indicado es que estas vayan subiendo poco a poco de nivel, sin despegar el enfoque alrededor del ombligo, porque la idea es trastocar cada uno de los órganos que se centran en esa zona, y emiten energías de vitalidad a otros.
Automasajes
Los masajes abdominales también pueden ser realizados, con un buen ejercicio de respiración y exhalación, es decir, cuando llenamos nuestros pulmones de aire y lentamente lo vamos expulsando, no hay duda de que estos ayudan a contraer y a estirar los músculos.
El especialista aduce que el automasaje complementa y retroalimenta los niveles de estimulación en la zona vital del cuerpo con un simple equilibrio de energía. “Todo puede iniciar con un automasaje y luego como fuente de beneficios para otros, la idea es difundir el hábito de prácticas saludables”, sostuvo.
La transformación de nosotros mismos debe ser nuestro primer paso (automasajes), a partir de ahí será más fácil el camino de apertura de nuestro círculo de influencia.