Si esto de la reflexoterapia te suena a chino, no vas por mal camino pues se trata de una técnica que tiene su origen en la milenaria medicina oriental, eso sí, este método terapéutico ha ido evolucionando con el paso del tiempo.
Consiste esencialmente en la estimulación facial y se recomienda para tratar determinadas afecciones. Además lograrás activar la microcirculación sanguínea.
El rostro es una especie de mapa en el que cada punto y cada área se corresponde con un determinado órgano, glándula o músculo del cuerpo. Por ejemplo, la zona superior del rostro está vinculada directamente con nuestro cerebro, la nariz, la columna y hasta con las vértebras y lo mismo sucede con el resto de zonas del rostro y de nuestro propio cuerpo.
Este método permite actuar y estimular la liberación de endorfinas, de esta manera se corrigen algunas disfunciones de distintos órganos y se logra el reestablecimiento del equilibrio y por tanto de nuestra salud. También estimula la liberación de serotonina actuando directamente sobre nuestro estado emocional y mental.
Además de ser beneficiosa para tratar algunos trastornos de la salud, la reflexoterapia facial también puede ser empleada con fines estéticos. Entre sus ventajas se encuentran las siguientes:
1. No causa dolor alguno.
2. Tiene un efecto lifting inmediato.
3. Se logra una atenuación de las arrugas.
4. Se regula la humedad de la piel.
5. Y por último puede repetirse tantas veces como se desee.
Ahora solo queda dar el último paso y es que atrevas a probarlo. No te arrepentirás. Es una forma sana y saludable de cuidar tu salud y tu estética.