Filosofía Zen para tener un buen día

La filosofía Zen ha llegado a nuestras vidas. La meditación forma parte del ritual del masaje, un paso muy importante en Fariolen y que nos tomamos muy seriamente. Antes de comenzar cada masaje, se le ofrece al cliente un té que servirá a modo de relajación, para entrar en ambiente y sentirse en otro mundo. Y es que, dentro del bullicio de una gran ciudad como Madrid, Fariolen es el sitio perfecto para desconectar. Es entrar por la puerta, y pasar a un mundo diferente donde dejar apartadas las preocupaciones y las obligaciones.

En nuestro Templo del Bienestar la única obligación es relajarse. Por eso, y para que vayas entrando en materia, te presentamos las mejores frases Zen para relajarse. Zen es una escuela budista que surgió en India y se desarrolló en China. Está íntimamente relacionada con el bienestar mental y corporal, así como con la meditación. Nos ayuda a escapar de nuestro ritmo de vida acelerado, fomentado el conocimiento y la relajación.

Las mejores frases Zen

A lo largo del tiempo han sido muchos los autores que han pronunciado frases Zen. Aquí podrás encontrar una lista con las mejores:

Kamal Ravikant.

Las cosas que cargo son mis pensamientos. Son mi único peso. Mis pensamientos determinan si soy libre y ligero o pesado y agobiado.

 

Buddha

Aquellos que están libres del resentimiento encontrarán la paz seguro.

Somos formados por nuestros pensamientos; nos convertimos en lo que pensamos.

Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado.

 

Zen Master Dogen

Al igual que los padres cuidan de sus hijos, deberías tener en cuenta a todo el universo.

 

Donna Quesada

Lo que podemos cambiar son nuestras percepciones, las cuales tienen el efecto de cambiar todo.

 

Dalai Lama

Recuerda que a veces no conseguir lo que quieres es un maravilloso golpe de suerte.

 

Anónimo

Si tiene solución, ¿por qué lloras? Si no tiene solución, ¿por qué lloras?.

Como una sólida roca no se mueve con el viento, así el sabio permanece imperturbado ante la calumnia y el halago.

Mejor una palabra que serene a quien la escucha que mil versos absurdos.

No hay incendio como la pasión: no hay ningún mal como el odio.