Aprende a conocer tu cuerpo y lo que necesita.

En este espacio os vamos a contar todas las cosas que benefician a nuestro cuerpo, pequeñas actividades que sin salir de casa, nos hacen la vida mas saludable.

Aprende a conocer tu cuerpo y lo que necesita.

La postura es esencial.

               Beneficios de una buena postura corporal

  • Reduces la fatiga, ya que optimizas la musculatura y minimizas el consumo de energía.
  • Mantienes los huesos y las articulaciones alineadas correctamente.
  • Minimizas las cargas sobre las articulaciones.
  • Disminuyes la tensión en los ligamentos.
  • Previenes la tensión muscular.
  • Previenes el dolor de espalda y el dolor de cuello.

Conseguir mantener una buena postura no es fácil, uno de los secretos para empezar a hacerlo, es utilizar los músculos que te hacen sentir más alto, son los mismos que te hacen mejorar tu postura.

Cuando estés de pie, intenta parecer más alto.

  • Mantén la cabeza erecta, con la barbilla hacia dentro.
  • Los hombros siempre hacia atrás.
  • Las rodillas estiradas y la espalda recta.
  • Contrae ligeramente los músculos abdominales y evita rotar la cadera hacia atrás.
  • Intenta que el arco de los pies esté en posición neutra, con un mínimo de espacio entre la planta del pie y el terreno (no pies planos).
  • Distribuye el peso de tu cuerpo de forma equitativa entre ambos pies. Mantenlos a la altura del ancho de tus hombros y no deposites todo el peso en el talón.

Es igual de importante la postura durante el día, que a la hora de dormir. Una de las posiciones más recomendables, es dormir lado. Esto evita los dolores cervicales, de espalda, disminuye los ronquidos, mejora la respiración y reduce el reflujo gastroesofágico. Utilizar una almohada alta, siendo recomendable colocar otra pequeña entre las rodillas.

Si optas por dormir boca arriba, previenes el dolor de cuello, además tu columna reposara recta y sin presión. En esta posición, utiliza una almohada que no sea alta y coloca siempre otra pequeña bajo las rodillas.

Dormir boca abajo es lo menos recomendable, entre otros motivos, produce estrés en la zona del cuello y la espalda, además, dificulta la respiración y originarás presión en tus vísceras abdominales.

Como complemento para una adecuada postura, realiza de forma regular ejercicios de estiramientos, favorecerás la circulación sanguínea, reducirás  la tensión muscular y  mejorarás tu capacidad de movimiento.

Además, realizando estiramientos, aumentas la flexibilidad del músculo, mejoras su fuerza y evitas lesiones.

Un músculo flexible siempre será mas resistente.

Activar la circulación, es otro factor importante, lo puedes hacer desde casa con un simple auto-masajes de drenaje linfático.

Aquí os dejamos pequeños trucos para que lo hagáis desde casa.

  • Utiliza algún aceite que te facilite el movimiento en la piel.
  • Puedes realizarlo, tanto con las manos, como con la ayuda de utensilios como el bambú, cepillos, rodillos o esponjas.
  • Siempre el movimiento debe ser ascendente, intentando llevar la linfa hasta la zona de la ingle, que es allí donde se encuentran la mayor parte de ganglios linfáticos, así facilitarás la estimulación del proceso de drenaje y la pérdida del exceso de líquido. En resumen, empezar desde los tobillos y continuar hasta la zona alta de la ingle, siempre con un movimiento y ascendente.
  • Cuando llegues a la parte de la rodilla, presiona la parte interior de ésta con la ayuda de los pulgares, haciendo pequeños círculos y con presión suave.
  • Por último, llegamos a los muslos, masajéalos de forma circular y termina en la ingle. Utiliza las palmas de las manos abiertas y realiza el movimiento de una manera más enérgica y circular.
  • Recomendamos que, finalizado el masaje, mantengas ambas piernas elevadas durante aproximadamente 15 minutos, de esta manera facilitarás a la linfa su circulación.